EL HALLAZGO

No había llegado la hora de tomar el autobús, cuando decidimos dar un pequeño paseo por el centro de aquel bello pueblecito de Casas del Castañar del Valle del Jerte. Nos sorprendió la cantidad de casas antiguas que estaban en venta y, creo, que imbuida de aquella belleza paisajística y arquitectónica entramos a una casa donde ponía en la puerta “Se Vende”. En el interior una señora guisaba en la chimenea donde colgaba un llar con un puchero, que desprendía un olor que inundaba la vivienda, la señora de la casa nos dijo que guisaba caldereta.

No tardamos en llegar a un acuerdo sobre el precio de la vivienda, quedé con ella en volver al siguiente fin de semana para ultimar detalles.La alegría se traslucía en mi rostro, todos los compañeros se dieron cuenta de mi alegría, hasta llegar a nuestro destino conté con todo lujo de detalles como era la casa y pensaba o intuía que en ella encontraría felicidad y tranquilidad